La Pandemia mundial del COVID-19 nos ha mostrado de golpe la vulnerabilidad del ser humano ante eventos imprevistos, así como la dependencia económica y comercial entre países en un mundo globalizado, donde todas las cosas coexisten y están íntimamente conectadas.
Nos pilló a todos desprevenidos, y el mundo tal y como lo concebíamos se desmoronó ante nuestros ojos, dejándonos sin saber muy bien como hacer frente a tantos cambios simultáneos. Podríamos decir que nos mostró la cruda realidad: nuestra vida no es algo previsible y que podamos controlar como algunos podrían creer, sino que está llena de eventos que aparecen de forma abrupta y que en algunas ocasiones pueden ser tan profundos que nos hacen replantearnos la manera como llevamos nuestra vida a partir de ese momento, como sucedió el pasado año y cuyos efectos continuarán durante buena parte de este…
En fin, que queramos o no, la incertidumbre es parte de nuestra vida. Y no nos queda otra opción que convivir con esa falta de seguridad, de certeza sobre algo. En general, somos propensos a intentar planificar el futuro y hacemos proyecciones de cómo queremos estar en 10-20 años. Pero no sabemos que sucederá realmente durante esos años o mañana. Igual ocurren cosas que nos hacen cambiar de rumbo y llegar a otra parte que podría resultar aún mas interesante que lo que habíamos planificado o esperado. ¿No te ha pasado esto en algunos casos?
Considerando que estamos inmersos en un océano de cambios, deberíamos estar mas dispuestos y abiertos a lo inesperado. Además, la incertidumbre no tiene siempre que ser algo malo o negativo. Nunca sabemos el alcance de las cosas que suceden diariamente a nuestro alrededor, y posiblemente eventos que nos ocurren y en ese momento no sabemos muy bien a qué se deben, ni su propósito, adquieran un nuevo sentido cuando los contemplamos en perspectiva, y terminemos dándonos cuenta que fueron positivas.
Deberíamos tomar en cuenta que la incertidumbre pone a prueba nuestra capacidad de adaptación, nos empuja a ir fuera de nuestra zona de confort, nos hace ser mas creativos y encontrar nuevas soluciones, nos hace ser más flexibles y a incorporar la paciencia, sobre todo cuando las cosas no suceden al ritmo que quisiéramos.
¿No has pensado que quizás fluir con esos imprevistos podría traerte nuevas y mejores oportunidades? Si en lugar de molestarnos cuando aparecen cambios en nuestros planes los analizáramos desde otro punto de vista para ofrecer soluciones, con seguridad nos sorprenderíamos de lo que somos capaces de hacer.
Conozco, por experiencia propia, que es mas fácil hablar de este tema que actuar y fluir en el momento que te suceden las cosas. Me ha pasado muchas veces, y en algunos casos es más fácil hacerlo que en otras. En mi experiencia, lo importante es darse cuenta de cómo reaccionamos, de forma que cada vez nos sea menos difícil fluir con los cambios. Yo intento seguir los consejos de mi hijo, que cuando era pequeño y debía se enfrentarse a algo nuevo o que parecía un poco difícil me decía: papa, no te preocupes, solo es cuestión de entrenarse.Y es muy cierto, debemos entrenarnos y cada vez nos será más fácil……
Para comenzar a tomar en cuenta las ventajas que pueden traernos los cambios asociados a incertidumbres, te propongo el siguiente ejercicio. Escribe una lista con todas aquellas incertidumbres que te preocupan hoy en día y que consideras que podrían afectar tu vida durante este año recién estrenado. Al lado, describe lo peor que crees que podría pasar con cada una de ellas, y finalmente, que solución o cambio seria necesario para superarlas.
Luego, crea un Mandala usando esa información. Usa tu escritura como un elemento decorativo en el dibujo e incorpora aquellos símbolos que te parezcan adecuados. Déjate llevar por tus emociones, experimenta con los colores, etc.
Al final, agradece internamente la posibilidad de haber podido compartir tus miedos e incertidumbres en el dibujo. Y realiza un pequeño ritual para quemar el Mandala. Puedes añadirle unas gotas de algún aceite esencial si te apetece y mientras el fuego lo consume, piensa y confía en tu poder, en tu capacidad y en tu creatividad para darle un vuelco a esas situaciones y que las soluciones que te has propuesto a ti mismo lleguen a buen termino. Pon toda tu intención en lograr lo que quieres.
Si te animas, comparte tu Mandala y tus experiencias. ¡Estaría encantado!!!
“Cada variable es una posibilidad, cada posibilidad una incertidumbre, cada incertidumbre una oportunidad.”
Santiago Posteguillo
Santiago, Gracias! Leerte me ha hecho mucho bien, justo ahora en el momento que atravieso por incertidumbre y situaciones inesperadas… Haré el mandala que nos propones. Saludos Noritadm
Muchas gracias Nora. Me alegra que el articulo te haya ayudado. Un saludo,
Pedro