El Mandala de hoy contiene un Fenix, un ave mitológica mezcla entre águila y pavo real, con plumas de color rojo-naranja y dorado. Es una criatura muy especial pues se prepara para su muerte creado un nido con hierbas aromáticas, y cuando llega el momento se quema por completo y resurge nuevamente de sus cenizas. Por ello, es considerado un símbolo de purificación, inmortalidad y renacimiento físico y espiritual.
Además, sus lágrimas son curativas, tiene una gran fuerza física, pudiendo transportar cosas muy pesada al tiempo que es muy delicada pues solo se alimenta del rocío.
Para mi, es un símbolo muy especial en estos momentos, donde debemos confiar en que saldremos adelante, esta es una oportunidad de renacer y comenzar con nuevas ideas, nuevas rutinas, nuevos proyectos.
Un saludo.