Antes de pasar al trabajo creativo en sí, considero fundamental que tomemos consciencia de la necesidad de alimentar este proceso con un estado meditativo, con un poco de silencio, inspirándonos en esa fabulosa frase de Swami Omkarananda que dice: “Orar es cuando tú hablas y Dios escucha. Meditar es cuando Dios habla y tu escuchas”
Materiales de trabajo.
Necesitarás lo siguiente: papel o cartulina de color negro; lápices de colores (blanco, rojo, naranja, amarillo, verde, azul, violeta); Bolígrafos de gel (dorado, plateado o varios colores); compás; regla; sacapuntas.xgd
Preparación inicial.
En primer lugar, es importante que te asegures de disponer de al menos un par de horas libres sin interrupciones y desconectar el teléfono.
Coloque cerca todos los materiales para evitar distracciones al no tener que levantarse del lugar.
Seleccione una música que le agrade (la música sacra es especialmente adecuada).
Proceso de creación del MANDALA.
Siéntese confortablemente, manteniendo una posición cómoda pero con la columna vertebral lo más recta posible.
Con los ojos cerrados, realice tres respiraciones profundas poniendo atención a las mismas, sobre todo durante la exhalación.
Continúe respirando pausadamente manteniendo la atención en el área del pecho. Sienta el palpitar de su corazón, percibiendo como los sonidos del exterior se van haciendo cada vez menos intensos para dar paso a los sonidos internos. Poco a poco conecte con la paz que le rodea. Permítete fluir, estando atento a las sensaciones y emociones que surgen. Permanezca en este proceso unos 15-20 minutos como mínimo, atento a cualquier símbolo, imagen o idea que aparezca durante la meditación.
Cuando se sienta listo, respirando profundamente varias veces, abra lentamente los ojos y ubíquese en una posición cómoda para dibujar. Déjese llevar por lo que ha sentido durante la meditación y trasládelo al papel. Recuerde que el dibujo será solamente una expresión física de un símbolo que refleja un patrón particular de pensamiento, una idea, o un mensaje que ha surgido desde su propio centro.
Durante el proceso de creación del MANDALA, deje que brille su propia Luz. Cambie el trazo, el tamaño, las formas, guiándose por su intuición. Sin esfuerzos, intente crear un sentido de iluminación en el dibujo.
Mientras dibujas, mantén el silencio y la concentración, para poder conectar y sentir lo que te refleja el MANDALA. Tómate el tiempo necesario para crearlo e iluminarlo.
Cuando sientas que has terminado, cierra los ojos y toma varias respiraciones para conectar nuevamente con tu centro.
Meditación con el MANDALA.
Coloque el MANDALA que ha creado a la altura de sus ojos, y a una distancia no mayor que el largo de sus brazos.
Cierre los ojos por unos instantes, respirando lenta y profundamente.
Abra los ojos cuando esté listo. Observe por un rato el MANDALA que ha creado. Déjese llevar por los colores, las formas, los símbolos, el flujo de energía impresa en el mismo e intenta (sin esforzarte) percibir el MANDALA con todo el cuerpo y no sólo con la vista. Comunícate con su luz. Disfruta este símbolo que se ha manifestado e intenta comprenderlo desde el corazón. No juzgues lo que ves, no lo compares con nada, solamente siéntelo.
Anota las cosas que vienen a tu mente, los sentimientos que te genera el MANDALA, lo que te trasmite. He ahí una fuente de sabiduría que brota de tu propio interior.
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