El solsticio de verano es el día más largo del año, el momento en que la tierra está menos inclinada con respecto al sol, y por ello recibe mayor cantidad de luz (en el hemisferio norte).
Comienza el verano, se inicia el ascenso de las temperaturas, los animales comienzan su periodo de apareamiento o cría, algunas plantas ya comienzan a dar sus frutos, es un periodo de fertilidad.
Comienza el periodo de vacaciones y todos agradecemos poder disponer de más tiempo para la diversión al aire libre, disfrutando el buen tiempo, el sol, y los días largos…. Es un buen tiempo para celebrar tanto el trabajo como el placer, para estar con los niños, para los juegos.
Si observamos el cielo, vemos como el Sol aparece muy elevado, pues desde el solsticio de invierno (donde estaba en su punto más bajo) ha ido ascendiendo cada día hasta que hoy llega al punto más alto en la bóveda celeste.
Desde épocas milenarias el solsticio ha sido un acontecimiento celebrado con ceremonias de todo tipo en las cuales las hogueras constituían un punto central pues el fuego es el símbolo de este periodo.
El solsticio de verano representa el apogeo de la energía solar, el fin de la oscuridad, el periodo fértil en donde todo se renueva, hay abundancia y todo vibra con una belleza especial que solo es posible gracias al poder de la Luz.
Este es un tiempo especial para observar y poner especial atención en los objetivos que nos hemos propuestos anteriormente, ver como van las semillas que hemos plantado en los meses previos, retomar los proyectos pendientes y buscar que se cumplan antes que se termine esta estación.
Otra de las características de las fiestas asociadas al solsticio de verano ha sido siempre la purificación: saltar sobre fogatas, quemar símbolos de aquello de lo cual uno deseaba purificarse, baños rituales de purificación con aceites esencias y hierbas, etc.
Por ello, es un buen momento para realizar un balance, planteándonos que deseamos purificar. Y que mejor forma de hacerlo que realizar un ejercicio de creación de Mandalas para celebrar este día. Este ejercicio lo puedes hacer solo o en compañía de amigos y familiares.
MANDALA PARA EL SOLSTICIO DE VERANO.
Necesitarás un par de horas tranquilo, un espacio sereno donde trabajar, hojas de papel y colores (lápices, ceras, acuarela…. lo que tengas a mano). Si puedes, coloca flores y velas de color rojo, naranja, amarillo, dorado… los colores que representan este periodo.
Antes de comenzar el mandala, cierra los ojos, respira profundamente tres-cuatro veces, concéntrate en la respiración, siente tu cuerpo, deja que una sensación de paz y serenidad te invada poco a poco. Abre los ojos, mira y siente la llama de la vela, trata de hacer un balance de las cosas que te habías propuesto hacer a inicios del año, ¿cómo van esos planes?, ¿algo te está impidiendo seguir el camino trazad no es necesario?, ¿algo necesita ser purificado?. Trata de encontrar algo que desees purificar, algo que ya no necesitas, que aunque pudo ser importante en un principio ahora parece ser un lastre. Escríbelo en una hoja de papel.
Coloca cerca los materiales de dibujo que hayas escogido. Siéntate en una posición cómoda pero siempre mantén la espalda recta. Cierra nuevamente los ojos y vuelve a respirar profundamente tres-cuatro veces concentrándote en la respiración
Imagina un hermoso día de verano, siente el sol en tu piel, deja que te acaricie. Desde este espacio de serenidad, siente aquello que deseas purificar en ti. Mantente receptivo, recibiendo desde el corazón, y deja que se manifieste un símbolo que represente aquello que deseas purificar. Siéntelo dentro de ti, como emana de ti ese símbolo. Agradece y disfruta este momento!!!, deja que aquello que ya no necesita te adandone y pueda ser purificado, transmutado.
Dejate llevar por esa sensación de tranquilidad y cuando estés listo, abre los ojos y comienza el dibujo desde ese espacio interior con el cual has conectado. Crea un Mandala que represente lo que vas a purificar. Adorna los bordes del Mandala con flores de los colores cálidos que representan este periodo: naranja, amarillo, rojo y sus combinaciones. No dejes que tu mente juzgue lo que haces, disfruta del proceso de creación.
Al finalizar tu Mandala, obsérvalo por unos minutos. ¿Qué te dice?, ¿Qué mensaje tiene para ti?.
Para finalizar, quema el Mandala en el fuego. Puedes usar la llama de una vela (si encendiste alguna al inicio) o en una hoguera al aire libre si es posible. Observa como se quema el Mandala, como se purifica lo que has representado en él, como se transforma en cenizas, y agradece que te permita purificar lo que es necesario….