El pasado 5 de diciembre de 2010 comenzó el último ciclo lunar de este año 2010, con la Luna nueva en Escorpio (Zodiaco Sideral), particularmente en la zona de la constelación de Ophiuchus (Ofiuco en castellano), En la representación de la imagen estelar, Ophiuchus sostiene con una gran seguridad a la serpiente enrollada en su cuerpo, y en diferentes mitologías se asocia a la sanación: Asclepious (Grecia), Imhotep (Egipto).
Ophiuchus simboliza aquel con la maestría del conocimiento sobre las fuerzas creativas que gobiernan la vida y la muerte, con capacidad para superar y elevarse sobre las fuerzas de orden inferior que nos atrapan perpetuando nuestros guiones de re-encarnación. Es un maestro en el arte de comprender a las fuerzas que inician y mantienen la vida, trayéndonos la interacción entre ellas al plano de realización espiritual. La cabeza de la serpiente que sostiene encarna y representa la esencia y la sabiduría de vivir realmente desde el Alma, siendo un verdadero maestro de si mismo.
Por ello, es lógico que aparezca también asociado al caduceo (la doble serpiente entrelazada sobre una vara), símbolo universal de la medicina que representa la doble hélice del ADN y como la energía kundalini activa elevándose a lo largo de la columna vertebral. Por ello, es también un sanador.
De lo anterior se deriva que Ophiuchus tiene que ver con nuestro conocimiento en relación al uso de fuerzas creativas primales y el poder creativo en crudo. La imagen entera de Ophiuchus, de pie sobre el Escorpión sosteniendo una magnífica serpiente, representa una reclamación del auto dominio necesario para alcanzar una avanzada realización evolutiva más allá del proceso de re-encarnación basado en la relación karma/dharma, en la experiencia humana de la polaridad, una trampa que nos mantiene atrapados en nuestra muy limitada percepción de un mundo dualista. Esto solo puede lograrse viviendo en un constante estado de conciencia.
Además, la Luna Nueva está en conjunción con el Centauro Pholus (los centauros son “objetos” -no planetas en el sentido estricto- localizados más allá de la órbita de Saturno y asociados a uno de los centauros mitológicos).
La energía de Pholus es como la liberación que se produce al descorchar una botella de champan que contiene en su interior un Genio con capacidad de materializar cosas. Tiene la capacidad de abrir puertas (sean estas o no de nuestro agrado), por ello cuando se activa, hay que trabajar muy conscientemente.
Pholus además sabe como liberar situaciones, abriéndo nuevas posibilidades, y ayudando a emerger nuevos estados de existencia. Es el Centauro de los cambios y transformaciones rápidas, típicamente iniciadas a partir de nuestras propias acciones. Algo tan simple como la curiosidad o un encuentro accidental puede iniciar una cadena de acontecimientos inesperados. Su energía ayuda a iniciar pequeños proyectos que terminan en algo grande, el inicio de diminuto experimento que toma vida propia y termina desarrollándose completamente.
Debido a su propia energía, y a su nivel de resonancia con Saturno, Urano, Neptuno, Orcus y Plutón, Pholus ayuda a superar situaciones difíciles no del todo claras, eliminando cualquier “velo o ilusión difusa” para que podamos realizar y cumplir nuestro mayor objetivo en la vida: vivir acorde a nuestro plan superior. Por lo general, lo hace valiéndose o utilizando acontecimientos inesperados, atrayendo acontecimientos misteriosos que terminan por catalizar nuestra metamorfosis personal para hacer un cambio radical.
Por lo explicado anteriormente, el tema central de este ciclo lunar, el último de 2010 es: Auto maestría, responsabilidad personal y caminos para el cambio.
Para más información consultar la excelente web de Anthony Fiorenza http://www.lunarplanner.com/
MANDALAS: destellos del alma 
Deja un comentario